Unos buenos amigos se han llevado hoy a mis peques a pasar el día a una casita de campo que tienen... Tengo por costumbre no presentarme nunca con las manos vacías, y mis niñas no iban a ser menos. Así que ayer por la tarde me puse y les hice una empanadita gallega, que de apertivito, en el campo, siempre entra muy bien.
Para ello conté con la inestimable ayuda de mi pequeña "flower power", tiene cuatro añitos y su mundo gira en torno a las flores y los corazones, así quedó reflejado a la hora de decorar la empanada, que normalmente con unos palitos y unas bolitas queda lista...
Así que tuvimos que hacer una casita, un sol, un lazo, una flor y un corazón, "cositas bonitas".
Esta mañana se la preparé para llevarla cómodamente y allá se fueron mis chiquitinas con la empanada. A parte de coqueta, debía de estar buena, ¡¡se la han zampado enterita!!
Y mis niñas han llegado reventadas, ¡se lo han pasado bomba!