jueves, 12 de agosto de 2010



Van pasando los días de verano, mucho más rápido de lo que quisiéramos, aunque por mi parte, sí que tengo ganas de volver un poco a la rutina. Una vez estoy en la rutina, echo de menos el despendole veraniego, sin horarios, días enteros en la playa, en Port Aventura, en la piscinas de algún amigo o familiar... Sin prisas por comer, sin prisas por comprar, sin prisa ninguna.

Pero alguna tarde me entretengo haciendo alguna cosita pequeña, ¡pero pequeña!! porque estoy muy gandula, me cuesta arrancar. Voy cumpliendo algunos de "mis objetivos" veraniegos, pero también me lo tomo con calma, todo hay que decirlo. Le hice la cestita de infusiones a Felicia, que hace tiempo ya que me la había pedido, le gustó mucho, menos mal, si no, después de esperar tanto...

A mi vecina, que acaba de tener un bebé pues un detallito, que es muy maja, siempre me espera en el ascensor y me surte de sal y huevos cuando los he necesitado. Le ha encantado.



A mi amiga María, a la que adoro, aún no le he hecho nada, ningún detallito ni de patchwork, ni de decoupage, ni de nada. Ella siempre tiene una amplia sonrisa para mi, es de las personas más alegres que conozco, transmite confianza y conocerla, para mi, ha sido un gran descubrimiento. Es una buena y gran amiga, que siempre está cuando se la necesita, es un apoyo día tras día, y tenerla como vecina ya es la repera. La semana pasada su niña, Laurita, me dijo que se le movía un diente, el primero, así que con mucho cariño, le hice una ratoncita muy femenina para cuando llegue el momento.

Esta misma tarde me he puesto a experimentar, y en un ratito he hecho esta especie de cesta o caja sin tapa de tela, creo que quedará mejor con una tela más suave (he usado una loneta) y un fieltro más rígido, pero el resultado no es del todo malo. Ya tiene su propio hueco en mi mesita de al lado del sofá, y en ella he puesto mis cositas de costura básicas. No es bonita, pero queda bien en mi salón, ya que hace muchos años hice un "puf", donde guardo todos mis artilugios, que aún sobrevive y aunque está un pelín "sucio" y raído,
está forrado con esta misma tela. Ahora me queda conjuntado, no me disgusta.
Haré más y mejores, de otros colores y tamaños.
Seguiré trabajando, también en otras cositas que tengo a medias, quiero ir terminando todo, para ponerme con el ajuar del cole de mis niñas, que empiezan en tres semanas (¡¡¡socorro!!!) y aún no les he preparado sus cositas, sobre todo a mi chiquitina, que ya empieza el cole con sus hermanas. Y además, tengo que hacer unos encarguitos... no está la cosa para dormirse en los laureles... se me acabó el vegetar veraniego... Que luego todo lo dejo para última hora...

domingo, 1 de agosto de 2010

La silla de Marina

Mi cuñada se quejaba el otro día de que mi sobrina no quiere hacer deberes porque hace calor. Así que me pidió un par de telas para hacerle algo para la silla, para que no le diera calor en el culete y aguantara un rato más.
Así que ella misma eligió las telas y mientras charlábamos y merendábamos, me puse manos a la obra y éste fue el resultado, un cojín planito.
Se lo llevó "puesto" y está encantada. Lo que no sé es si mi sobrina le dedica ya más tiempo a leer y esas cositas... aunque la verdad, en verano no apetece, por muy mona que te tuneen la silla.