

Así que ella misma eligió las telas y mientras charlábamos y merendábamos, me puse manos a la obra y éste fue el resultado, un cojín planito.
Se lo llevó "puesto" y está encantada. Lo que no sé es si mi sobrina le dedica ya más tiempo a leer y esas cositas... aunque la verdad, en verano no apetece, por muy mona que te tuneen la silla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario