lunes, 9 de marzo de 2009

La resaca del fin de semana


Una ya anda rondando los 40, así que un fin de semana de excesos pasa factura el lunes por la mañana, es inevitable.

Lo triste es, que a día de hoy, cuando hablo de excesos, hablo de pasar un día fuera de casa... Una ya no está para estos trotes.

Ayer me junté con unos amigos, para comer, cada uno llevaba un plato o dos, y nos pusimos como el kiko, que si morcillita, que si empanada gallega, que si tortilla, que si unos choricitos, montaditos de lomo... y luego un mouse de chocolate, como colofón. Los más atrevidos le dieron a la cerveza, los demás, como mucho a la coca-cola. Pero es que después de comer, había que preparar la merendola para celebrar un cumpleaños, y a las 17.30 h. ¡¡estabamos comiendo otra vez!!

Y así, hasta las ocho de la tarde: que si no tengo hambre, pero que buena está esta tortilla, que si el bocadillito de chorizo está muy rico, que me encantan los gusanitos, que ricos los canapés de salmón, que bien entran... Y la tarta, que hay que probarla, no vamos a hacer el feo.

Vamos, que con la tontería, sólo me faltaba ponerme bajo la piñata.

¿Son excesos o no? lo son, te das cuenta cuando llegas a casa, ya de noche y te duele el estómago y te das cuenta de que te has "empachao"... ¡Qué vergüenza! a mi edad, como una cría de 7 años, empachada, que desastre. ¿Dónde ha dejado una su reputación?

En fin, que ya es lunes, y volvemos a la rutina y los madrugones, pero que me quiten lo "bailao", que me lo he pasado pipa y he estado en la mejor de las compañías, y al menos la coca-cola, sin cafeína (que a una los grandes excesos le gustan en su justa medida) no deja resaca.

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