Mi gozo en un pozo

Soy un poco inconformista con eso de seguir plantillas y demás, así que me he puesto manos a la obra para intentar darle a mi blog un aire más personal, más mío, más yo. Pero nada, no he conseguido nada.

He buscado y rebuscado, en muchos sitios cuentan cómo hacerlo, claramente explicado, clarísimo... He seguido todos los pasos, uno a uno, lo he hecho muy bien. Sí, genial, a la vista está, que no he conseguido nada. Finalmente he optado por poner, de momento, otra plantilla. Pero no por mucho tiempo, veréis que lo consigo ¡¡anda que no!! Cuando algo se me mete entre ceja y ceja, pues no soy yo cabezota ni nada.

Lo conseguiré.

El bizcocho

Es visto y no visto, por más grande que lo hago, se acaba en un santiamén. Aunque lo divida en dos moldes, uno con ralladura de limón, y el otro con esencia de vainilla y cacao, para hacer un bizcocho tipo mármol. Cubierto de azúcar glass, cubierto de chocolate. Con forma de magdalena con un pelín de nocilla encima o un puñadito de azúcar... da igual, en un suspiro se acaba.

Para la merendola, de desayuno, para llevarse las niñas al cole, un poquito para mi amigo Jose, otro poquito para mi amiga Beatriz, y en un ratito se acabó.

Habrá que hacer otro el fin de semana.

Aquí tenéis la recetita, bien estupenda y bien rica. Que lo disfrutéis como lo disfrutamos los que ya nos lo hemos zampado.

TRADICIONAL

5 huevos

450 gr. de azúcar

500 gr. de harina

1/2 l. de nata líquida

2 sobres de levadura Royal

Mantequilla para untar, harina o pan rallado

Modo de hacerlo:

Batir con varillas eléctricas los huevos con el azúcar. Añade la nata y sigue batiendo. Añadir la harina poco a poco mientras sigues batiendo. Finalmente añade los sobres de levadura.

Verter en moldes previamente untados de mantequilla y harina o pan rallado.

Horno 160º unos 40 minutos aproximadamente. Los últimos 10 minutillos bajarlo a 140º.

Desmoldar en caliente.

EN THERMOMIX

Utilizar las mismas cantidades de ingredientes que en la receta anterior.

Modo de hacerlo:

Poner la mariposa.

Batir los huevos junto con el azúcar durante 3 minutos, temperatura 40º y velocidad 3 o 3,5.

Cuando termina, poner el mismo tiempo y la misma velocidad pero sin temperatura, de esta manera el bizcocho quedará más esponjoso.

Añade la nata y mezcla unos segundos, y por último añade la levadura y la harina y mezclar todo durante 6 segundos velocidad 6.

A partir de aquí, lo mismo que el anterior.

Si alguien lo prueba, que nos cuente que tal le ha salido.

El tupper-sex

Después de tiempo diciendo que teníamos que organizar un tupper-sex, una buena amiga puso la fecha y la hora. Entre risitas de quinceñeras, nos presentamos con mucha puntualidad (el evento lo merecía) e incluso con anterioridad para coger buen sitio.

Llevamos bizcochos, galletas y bebidas, pero viendo lo que nos ofrecían, la verdad, no tuvimos a penas ganas de comer, al menos no de comernos tan ricos manjares, teníamos la cabeza en otras cosas. No era para menos.

Nos juntamos un grupito de mujeres normalitas, con vidas habituales y rutinarias, algunas ni nos conocíamos, pero da igual, hablar de sexo entre risas siempre te acaba acercando a personas a las que probablemente te cruces por la calle y ni reconozcas.

"La instructora", por llamarla de alguna manera, una mujer seria y tan respetable como cualquier otra, hablaba claramente de cada uno de los artículos que nos iba ofreciendo. Allí estábamos todas, lamiéndonos los brazos (cada una el suyo, no nos confundamos), untadas con disitintos tipos de productos: polvos, cremas, lociones, aceites y ¿cómo no? el rey de todas las fiestas: chocolate. Nos dormimos la boca untándonos una crema retardante anstésica, nos acariciamos nuestros escotes con un sérum suavísimo, que dejaba la piel de seda.

Vimos muchos aparatos, grandes, pequeños, de formas peculiares, más o menos todos con un mismo fin. Pero, aunque muy discretamente los pedidos se hicieron a solas con "la instructora", lo que más triunfa son los ungüentos y demás potingues para hacer un buen masaje.

El sexo es tema tabú, pero a todos nos gusta. El sexo no se habla, se hace, pero bien que nos reímos cuando de alguna manera sale el tema. Ni mucho ni poco, creo que con educación y pudor, se puede hablar de ello con claridad, que siempre hay alguien que te cuenta cosas que no sabías, experiencias y vivencias que pensabas que sólo te pasaban a ti, y resulta que es de lo más común.

Allí nos lo pasamos muy bien, pero lo mejor del tupper-sex, viene después.

Las ciberamistades

Llevo muchos años conectada a internet, muchos, más o menos desde que empezó, y la verdad es que es parte de mi vida, y de la de mucha gente ¿qué haríamos a día de hoy sin correo electrónico? no seríamos nadie. Internet ha puesto el mundo a nuestros pies, y en ocasiones hemos llegado a ver y a conocer cosas que no sabríamos ni de su existencia.

Ha terminado con el tostón de la agencia de viajes, porque mientras te atienden, vale, pero mientras esperas que atiendan a los 4 de delante que no tienen muy claro si ir a Benidorm o a Burgos, pasando por Santander o Albacete, en avión o barco o en globo.

Ya no tenemos que ir a llenar el carro al hiper, nada, te sientas un ratito delante del cacharro y haces una super lista que al día siguiente tienes en tu propia cocina, sin cansarte, sin colas, sin esperas, y sin llenar el carro de guarrerías que no eran, ni de lejos lo que ibas a comprar. Y encima, guardas la lista y te vale para toda la vida, con cambios o sin ellos.

En fin, que internet nos hace la vida más cómoda y mejor. Pero día a día me sorprende en algo. Yo andaba por ahí en foros y comunidades de punto de cruz, allí donde intercambiábamos gráficos estupendos y hacíamos listas interminables de envíos y de recibidos. Pero un buen día decidí quedarme embarazada, y así hasta tres veces. Así que iba y volvía de vez en cuando, pero cada vez menos, y hoy que mi pequeñita ya tiene añito y medio, vuelvo a intentar contactar con aquellas comunidades, que ya no existen y ponerme al día del punto de cruz.

Un poco por este tema y también por lo de los talleres que estamos preparando, decido hacer un blog, y empiezo a visitar miles de blogs que tratan de labores, de punto de cruz, de patchwork y de otras cosas. Y los leo, y me doy cuenta ¡¡¡que no entiendo nada de lo que dicen!!! Pero ¿qué ha "pasao"? Un montón de señoras y señoritas, que hablan un idioma desconocido para mi.

Pero ahí estaba Rosa, la encontré en un blog, le pregunté una duda, y ¡¡tachán!! me ha puesto al día en un periquete, con todo detalle. Ahora sólo tengo que aprenderme lo que significa cada cosa, y algún día ponerme al día, cuanto antes, mejor, pero poquito a poco, que una no da más de sí.

Gracias Rosa, por ser tan amable conmigo y ¡¡¡por ser mi primera seguidora!!!

Tal y como decíamos ayer, Rosa y yo, de las labores salen muy buenas amigas, aunque ni siquiera hayamos tenido, de momento la oportunidad de vernos cara a cara, se hacen amistades muy buenas... Mónica, Paloma, Karen, Carmela, Ana... a las que tengo mucho cariño, mucho mucho. Espero, desde aquí, seguir conociendo personas tan especiales como ellas.

Internet es tener el mundo en una mano, y como todo lo que tenemos a mano, hay que saberlo elegir y quedarse sólo con lo bueno.

Maravillosa feria

Tal y como esperaba, vine ENTUSIASMADA, las cosas que he visto no me las quito de la cabeza, que preciosidad. Es impresionante los trabajazos que hacen las expertas, los colores, las texturas ¡¡todo!!

En las exposiciones me quedaba embelesada con la maestría de todas, porque eran verdaderas obras de arte. Me he dado cuenta de que me queda muuuucho por aprender y mucho por hacer.

Visto así, parece una foto de mi hermano en su terraza, ¡¡no os imagináis la de puntadas que lleva esa murete blanco!!

Eso sí, vengo cargadita de ideas, con ganas de coser y coser.


Visité los stands de las tiendas varias veces, que gozada, es curioso, porque todos tratan del mismo tema, pero cada uno manejaba el patchwork a su manera, no se repetían de uno a otro. Lo cual lo hace más atractivo, si cabe.Desde primeras horas de la mañana había mucho bullicio, muchas señoras, muchas, en grupos, solas, todas hemos picado en algún stand, con algún kit o con telas, era difícil no llevarse algo de allí. Si hubiese podido me lo hubiera llevado todo.

Me ha gustado todo lo que he visto, me ha gustado el ambiente, me ha gustado Sitges, que ya lo conocía, pero más de paso. Estoy deseando que celebren ya el 2010 para ir a emborracharme de tanta artesanía, de tanto arte y salero. Todas llevamos una artista dentro ¡¡sólo tenemos que dejarla salir!! y el patchwork ayuda a ello.

He "robado" algunas fotos, otras han sido con permiso, hay muchos stands en los que no te dejaban ni intentarlo, en otros había carteles de NO FOTO y por supuesto, lo he respetado. El stand de ARTICASA, que tenía autenticas maravillas, me dejaron hacerles fotos, y así poder mostraros las preciosidades que ofrecen.

En la exposición no había problemas de ese tipo, podías fotografiarlo todo. Así que saqué algunos, bastantes y muchos detallitos. Me llevé dos tarjetas de 2Gb cada una, para llenarlas, pero claro, la batería de la cámara murió antes de que llenase la mitad de la primera, que desastre. Aún así, hice muchas muchas fotos.

Además de tanto arte, fui acompañada por mi marido y mis hijas, con lo cual, mi día estuvo pleno y estupendo, allí, en Sitges, a la orillita del mar ¿qué más se puede pedir?

Feria Internacional de Patchwork, Sitges 2009

Desde mañana jueves 12 de marzo de 2009, hasta el domingo 15 del mismo, se celebra en Sitges la Feria internacional de patchwork.
Habrá una exposición-concurso organizada por la AEP (Asociación Española de Patchwork) a nivel internacional con el título de "Costumbres y tradiciones".

El precio de la entrada para los visitantes, es de sólo 7 € y es válida para todos los días que dura la feria.

El fin de semana voy a estar ocupada, está claro que me iré a empapar bien de telas, colores, formas y labores imposibles. Allí estaré, y si puedo, haré fotos a todo, para luego regodearme y poder mostraros unas cuantas y que disfrutéis tanto como yo. Os contaré con todo detalle a mi vuelta.

Habrá cursos monógraficos, talleres demostrativos y una amplia exposición situada en una carpa en el Paseo de la Ribera.

El punto de cruz, un vicio sano

Una de mis mayores aficiones es el punto de cruz, no sólo me entusiasman los resultados, si no el hecho de hacerlo me relaja y me hace sentirme bien.

Hace ya muchísimos años que le doy al tema, y no sólo he hecho cuadritos monísimos para mi casa, si no que he regalado preciosidades.

Te dejas en ellos mucho tiempo, mucha ilusión y los ojos, pero contemplarlo una vez finalizado, no tiene precio.

Llevo años juntando gráficos, tengo maravillas que quisiera hacer algún día, pero dudo que tenga tiempo en esta vida de hacerlos, yo de todos modos, lo intentaré.

Cuando estás terminando uno, ya estás mirando a ver cuál vas a hacer después, lo cual implica, comprar la tela adecuada y las carísimas madejas de hilo, con sus colores, su numeración.

Está claro, que los vicios se pagan, pero un vicio sano, como es el punto de cruz, no debería de alcanzar precios tan abusivos. Que estemos pagando a día de hoy un mínimo de 1,60 € por madeja me parece realmente escandaloso.

Raras veces hay cuadros que llevan menos de 20 madejas de diferentes colores, y vale que vamos aprovechando lo que nos va quedando de cuadros anteriores, pero por suerte o por desgracia la gama de colores en tan amplísima, que difícilmente nos libramos de comprar alguno.

Así que ahora, en tiempos de crisis, no debemos reducir nuestra afición a una labor tan bonita, un arte como es el punto de cruz, por ello pongo a vuestra disposición madejas de DMC a precio reducido. Oferta que iré ampliando con otros materiales de mercería y patchwork que espero sean de vuestro agrado.

Pincha sobre el buzón y contacta para solicitar la información que necesites, o cualquier duda que tengas. Respondemos rápidamente.

La resaca del fin de semana

Una ya anda rondando los 40, así que un fin de semana de excesos pasa factura el lunes por la mañana, es inevitable.

Lo triste es, que a día de hoy, cuando hablo de excesos, hablo de pasar un día fuera de casa... Una ya no está para estos trotes.

Ayer me junté con unos amigos, para comer, cada uno llevaba un plato o dos, y nos pusimos como el kiko, que si morcillita, que si empanada gallega, que si tortilla, que si unos choricitos, montaditos de lomo... y luego un mouse de chocolate, como colofón. Los más atrevidos le dieron a la cerveza, los demás, como mucho a la coca-cola. Pero es que después de comer, había que preparar la merendola para celebrar un cumpleaños, y a las 17.30 h. ¡¡estabamos comiendo otra vez!!

Y así, hasta las ocho de la tarde: que si no tengo hambre, pero que buena está esta tortilla, que si el bocadillito de chorizo está muy rico, que me encantan los gusanitos, que ricos los canapés de salmón, que bien entran... Y la tarta, que hay que probarla, no vamos a hacer el feo.

Vamos, que con la tontería, sólo me faltaba ponerme bajo la piñata.

¿Son excesos o no? lo son, te das cuenta cuando llegas a casa, ya de noche y te duele el estómago y te das cuenta de que te has "empachao"... ¡Qué vergüenza! a mi edad, como una cría de 7 años, empachada, que desastre. ¿Dónde ha dejado una su reputación?

En fin, que ya es lunes, y volvemos a la rutina y los madrugones, pero que me quiten lo "bailao", que me lo he pasado pipa y he estado en la mejor de las compañías, y al menos la coca-cola, sin cafeína (que a una los grandes excesos le gustan en su justa medida) no deja resaca.

Allanando el camino

La educación, las formas y las buenas maneras son virtudes que se deben inculcar a los niños desde que son pequeños.

Nacen con su carácter más o menos fuerte; desarrollan ellos solos, estimulados por supuesto con su aprendizaje, la inteligencia. Pero siempre he pensado, y ahora lo confirmo, que una gran base es la educación que reciben en casa.

Es curioso observar como niños de 3 y 4 años se acercan y desarrollan su amistad con niños de perfiles muy afines. Es más, los padres, por mediación de nuestros hijos, acabamos haciendo amistades, en muchos casos, muy sólidas.

Lejos del clasismo, nos encontramos con niños de otros ambientes que no creemos que sean los adecuados para nuestros hijos (lo mismo pensarán los padres de esos niños de nosotros). Veo padres que esperan a sus hijos en la puerta del colegio fumándose un porro, para mi algo inadecuado e impensable en mis tiempos escolares. Afortunadamente, mis hijas, saludan muy educadamente a esos niños, hijos de esos fumadores de porros (por poner un ejemplo) pero jamás han tenido (ni espero tengan) intención alguna de traermelos a casa.

Ellos mismos, al igual que nosotros, buscamos personas similares, que se asemejen a nuestra forma de hacer y pensar. Están creciendo y formándose, hay que tratar de encauzarlos, aunque sé que lo más difícil está por llegar, la adolescencia... por eso hay que ir allanando el camino.

En el colegio no les educan de la misma manera que en casa. En el colegio pasan entre 5 y 8 horas al día, cinco días a la semana, no podemos dejar la responsabilidad de la educación de nuestros hijos en otras manos, ya ni hablar de las buenas formas y de una base moral, para mi tan importante en estos días, en los que ya TODO vale.

El menú del día

Dedicar cada día unos minutos a cocinar a prisa y corriendo algún plato para saciar las hambres de la familia, no es cocinar. Cuando un placer como la cocina pasa a ser una obligación, no se disfruta igual. El hecho de cada mañana pensar ¿y qué les doy hoy? ... eso no que a fulanito no le gusta, lo otro no, que lleva pimientos y a menganita le dan tirria ... así que al final nos quedan un par de socorridas opciones, y una va tirando de ellas hasta el aburrimiento.

Un día me levanto inspirada y trato de disfrazar esas verduritas tan ricas, con una estupenda receta de budin de verduras. Saco del armario aquel molde tan coqueto que compré en el Lidl, con forma de Winnie the Pooh. Pensando que ningún niño se resistiría jamás a comerse al tierno osito, regado con una rica salsa de tomate... Pues no. Ni aún así. Me deprimo al escuchar esas frasecitas tan lindas, con esas vocecitas tan dulces: "sabe raro", "es verde", "¿dónde está el chocolate?", "yo no me quiero comer a Winnie, me da pena", "¿me lo puedo llevar a mi cuarto?"... Finalmente, Mami se come, durante dos o tres días el budin de verduras tan rico que me enseñó a hacer mi madre. Ese budin que a los niños les encanta... pero ¿a qué niños?

En fin, a una que le gusta muuucho la cocina, que puedo pasarme horas de pie dando vueltas a la cuchara, la rutina me hace retrasar esas tardes de ocio ante las cazuelas. Eso sí, el placer de pasar la tarde con mis hijas en la cocina, haciendo galletas de múltiples formas sustituye a cualquiera de los mejores platos.

Así que, me quedan los menús básicos: hoy voy a hacer unos suculentos filetes empanados con patatas fritas, y antes de ello una buena sopita casera, que como ha vuelto el frío, entra que da gusto. ¡¡Y a quién no le gusta eso!!

Porque la olla de sopita, o caldito gallego, que no falte durante el invierno. Es requisito imprescindible para la correcta alimentación.